miércoles, 5 de noviembre de 2014

Curiosidades de la Edad Media

Hace unos días, uno de nuestros más fieles seguidores de este blog nos comentaba que lo que más le gustaba eran las curiosidades que publicamos de vez en cuando. 








Pues en su honor y teniendo en cuenta el tema de nuestra próxima obra de teatro, aquí dejamos unas cuantas que hemos encontrado por ahí. Esperamos que también les gusten a nuestros demás seguidores.


En la Edad Media se intentó varias veces sin éxito introducir un instrumento con forma de tenedor para comer sin ensuciar las manos. Quizás tuvo que ver que el diseño de estos tenedores incluía un mango lo suficientemente largo como para que el comensal lo utilizara también para rascarse la espalda… 

El invento del brandy fue por casualidad. Cuando un grupo de médicos de la escuela de Salerno, en el año 1100, decidieron calentar vino para obtener "vapores medicinales", el vapor resultante se condensó en un líquido de mayor graduación al que se consideraba remedio para múltiples enfermedades. Del nombre en holandés brandewijn, que significa "vino quemado" deriva la palabra brandy. 

La primera dentadura postiza data del año 1450. Consistía en dientes de hueso unidos con tripa de animal, a una base con bisagras. 

Por si alguien se queja de la saturación de los hospitales actuales, en el famoso hospital Hôtel Dieu de París, en el siglo XIII, se podían encontrar hasta seis pacientes en la misma cama.

El perro, el mejor amigo del hombre, también fue el mejor amigo del caballero medieval. Se dice que en las cruzadas los caballeros utilizaban perros para olfatear y seguir rastros, a veces eran tan valiosos para sus dueños que les vestían con armaduras para que no resultaran heridos en combate. 

En la Edad Media no existían los platos. Para comer en los banquetes se cortaban hogazas de pan duro y se ponía la carne en el centro. Una vez acabado el banquete, se remojaba el pan en la salsa y se entregaba a los pobres. 

Los miopes medievales utilizaban lentes convexas unidas con puentes. Pero como no podían graduarse, tenían que pasarse horas enteras probando y probando lentes hasta dar con las adecuadas. 

En el imperio bizantino, el adulterio estaba penado con la ley y el castigo para los culpables era cortarles la nariz. 

En una de sus expediciones a las Indias, el conquistador Diego de Almagro perdió un ojo en la batalla. A partir de ahí, cuando una misión era muy peligrosa, los soldados decían que costaría "un ojo de la cara"... y de ahí hasta nuestros días, aunque ahora nos referimos sobre todo a cuestión económica. 

Los escuderos que aspiraban a convertirse en caballeros pasaban la noche previa al gran día velando las armas, vestidos de color blanco (color de la pureza). De ahí, cuando pasamos una noche de perros, sin dormir, decimos la expresión "pasar la noche en blanco" o "pasar la noche en vela". 

Al visitar el Palacio de Versalles, en Paris, observamos que el suntuoso Palacio Medieval, no tiene baños. 

En la Edad Media no existían cepillos de dientes, perfumes, desodorantes y mucho menos papel higiénico. Todo era tirado por la ventana del palacio. 

En un día de fiesta, la cocina del palacio era capaz de preparar un banquete para 1500 personas sin la más mínima higiene. 

Tampoco había costumbre de bañarse por la falta de calor en las habitaciones y de agua corriente. Así el mal olor era disipado por el abanico. 

Así era la Edad Media